El tradicional sistema de control de acceso contiene un número de puertas conectadas a la red y otras independientes y sin cable. Éstas últimas reducen el coste y las dificultades que suponen los cables, pero por el contrario aumentan el volumen de trabajo, del operador del sistema ya que le obliga a ir de puerta en puerta para actualizar manualmente los derechos de acceso o para cargar el historial de la puerta.

Mediante la solución CardLink evitamos este problema, ya que se simplifica el proceso de actualización de los derechos de acceso en los dispositivos sin cable, manteniendo así los costes operativos bajos. En lugar de actualizar los derechos de acceso manualmente en cada puerta, el  gestor u operador del sistema realiza la instrucción en la tarjeta de acceso de cada usuario, la cual  a su vez  incorpora en su memoria interna dichas instrucciones  para las puertas. Los usuarios recogen las instrucciones en los terminales de actualización, situados en lugares estratégicos, por ejemplo, en la puerta de entrada de personal, en el vestíbulo de los ascensores o en el comedor.

Para minimizar el riesgo de seguridad, en caso de sustracción o pérdida del medio de identificación, se pueden dar derechos de acceso por períodos cortos de tiempo, por ejemplo, dos horas para visitantes y ocho horas para empleados. Además, los derechos de acceso son "validados" automáticamente en la terminal de actualización cada vez que el portador entre en el recinto e "invalidados" al salir de él.